¡Bienvenidos!
Acróstico
Y el corazón malherIdo muere?
( Preguntó a un ánGel posado en una rama )
Y del silencio caían plUmas
Entonces cantó tristEzas
Armónicos desangeLados
“No te rindas” GMR
"No te rindas"
No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
De abrir la mente,
Y el alma,
Recorriendo así,
el mundo entero.
No te rindas que la vida son dos días,
Levántate con ilusión,
Y ganas,
Y vivirás un sinfín de alegrías.
No te rindas, por favor ni lo pienses,
Aunque estés mal,
Aunque el tiempo pase sin cesar,
Aunque creas que todo está perdido,
Y no puedas más,
Aún hay esperanza en tu mirada,
Aún queda lucha en tus proyectos
Porque eres luz en tu camino y tienes mi apoyo eterno,
Porque eres guía, y me guiarás,
Porque eres tú y no te irás,
Porque esto es solo un comienzo y seré yo la que te cuide en las noches de invierno.
Acróstico.
Atrevida y sincera
Reflejabas mis sueños
Intensos y con miedos
Ahora, ya veo tu sonrisa.
Yo quisiera quisiera, Estefanía Méndez Álvarez.
Yo quisiera quisiera, quisiera ser como ella.
Se llama luna y como ella ninguna.
Cariñosa como ella sola,
siguiendo siempre mi sombra.
Tan pequeñita y con tanto amor
robándoles a todos el corazón.
Yo quisiera quisiera, que a mí me trataran como a ella,
con regalos a todas horas, solo para ella.
Ahora es la mimada de la casa,
porque para todos es una persona más.
Yo quisiera quisiera, ser tan leal como ella,
pero además, quisiera que ella fuera eterna.
"Domingo (1926)" - ISV
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Ababacar Dámaso Dominguez
Una vez más estoy en el mismo lugar de siempre y nunca con la misma gente porque siempre estoy solo observando los colores de las ventanas del frente y viendo la vida pasar , siempre me pregunto porqué en vez de estar cogiendo sol en la playa con una jarra en la mano estoy en este lugar antiguo y solitario. Cuantas batallas vividas en esta famosa calle y en este famoso día el cual tiene un bonito nombre pero que hace un daño inmenso cuando se va porque eso significa la vuelta a la rutina. Como se echan de menos aquellos tiempos en los que entrábamos al famoso bar mi soledad y yo y en mi mente había una guerra constante por ver si el tamaño de la copa era la adecuada para empezar el día con ganas, con energía , decidido a hacer muchas cosas para aprovechar el día como por ejemplo sentarme en el lugar de siempre y nunca con la misma gente.