Aquel extraño objeto. Micael Guerra Rodríguez. Gran Canaria

Aquel extraño objeto


Todo comenzó el 25 de marzo a las 23:00 horas, todo el mundo estaba observando en el cielo un extraño objeto.


La prensa, la gente con sus móviles, estaban grabando aquello que parecía ser una nave extraterrestre. Tenía a toda la gente paralizada.


La nave, con unas dimensiones del tamaño de un campo de fútbol, redonda y con luces a su alrededor, estaba sobrevolando la capital de Estados Unidos, Washington.


La misteriosa nave se esconde tras la montaña y se dirige a un descampado próximo, donde aterriza.


De repente, se ven unas pequeñas naves en el cielo descendiendo hacia el lugar donde estaba situada la otra y se ve un fuerte destello. Un extraterrestre sale de la nave, tiene forma humana y lleva un extraño objeto en las manos. Pocos minutos después llegan los militares y las naves despegan y se alejan, dejando al extraterrestre en tierra, el cual es capturado y posteriormente interrogado.


Sabía hablar, su nombre era Peter y contó que había venido para comunicarle a la humanidad que disponía de un plazo de un mes para cambiar el planeta, de lo contrario, ellos eliminarían a los seres humanos con el extraño aparato que tenía en sus manos, pues sabían que en breve, el planeta sería destruido por la contaminación y no lo podían consentir, dado que era un planeta muy valioso, tenía los componentes esenciales para la vida.


Los humanos debían cambiar, así que la noticia se difundió por todo el mundo para que parasen las fábricas, coches, etc...


No todo el mundo lo hizo, así que se formó un caos y toda la gente estuvo discutiendo y batallando entre ellos para que dejasen de utilizar los coches y demás aparatos contaminantes.


Pasaron los días y la gente se iba concienciando sobre lo ocurrido y poco a poco iban dejando de utilizar los coches. Las fábricas ya habían parado y lo que ahora estaban haciendo era investigar sobre las energías naturales como la eólica, la solar, etc.


A pocos días de cumplirse el plazo, no se veían humos en el aire y toda la ciudad parecía limpia, habían científicos investigando para crear nuevos métodos de obtención de energía para los transportes, etc.


Por fin llegó el día, ya había terminado el plazo y en el aire se veían las naves extraterrestres que volvieron a aterrizar en el mismo lugar que la primera vez.


Peter y los militares fueron hacía las naves y el extraterrestre se dirigió a su nave. Se abrieron las puertas y salieron más extraterrestres y dijeron que estaban conformes con lo que habían conseguido y esperaban que no tuviesen que venir otra vez. Se despidieron de los humanos, llevándose consigo el extraño objeto que destruiría el planeta. Las naves se alejaron en el cielo.

Al día siguiente, los presidentes de todos los países dieron un discurso de que había cambiado todo y que ya nunca más volverían a contaminar y que se investigaría todo pero de forma ecológica.

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