Historia breve.Juan Francisco Foncubierta Cabrera

Hace tiempo muy lejos de aquí un niño llamado Juan conoció a otro llamado Alejandro,Alejandro que se llevaba muy bien con Juan le ofreció entrar a un juego llamado World of Warcraft a Juan que era un fanático de los juegos en linea le gusto la idea y decidió comprarse el juego.
En fin de año su madre le regalo el juego por navidad,Juan con gran felicidad comenzó a jugar,estubo una semana sin salir del juego,solo para comer y dormir.
Juan ya sospechaba que había algo maléfico tras ese juego,así que busco información sobre el y encontró que era una adicción peor que las drogas,pero ya era tarde para volverse atrás.
Hoy en dia Juan sique jugando al World Of Warcraft con su amigo Alejandro y no piensa dejarlo.

Historia breve.Juan Francisco Foncubierta Cabrera

Hace tiempo muy lejos de aquí un niño llamado Juan conoció a otro llamado Alejandro,
Alejandro que se llevaba muy bien con Juan le ofreció entrar a un juego llamado World of Warcraft
a Juan que era un fanático de los juegos en linea le gusto la idea y decidió comprarse
el juego.
En fin de año su madre le regalo el juego por navidad,Juan con gran felicidad comenzó a jugar,
estubo una semana sin salir del juego,solo para comer y dormir.
Juan ya sospechaba que había algo maléfico tras ese juego,así que busco información
sobre el y encontró que era una adicción peor que las drogas,pero ya era tarde para volverse atrás
Hoy en dia Juan sique jugando al World Of Warcraft con su amigo Alejandro y no piensa dejarlo.

El mar. Lara Sarmiento López

                                                                  EL MAR

Yo tenía tan solo cinco años cuando casi muero en los ´´brazos´´ del mar junto a mi padre.

Era un día muy soleado y caluroso. A nosotros nos gustaba ir mucho a la playa de Sardina.

Entonces, decidimos ir a pasar una tarde traquila a la misma.

Cuando llegamos todo iba bien, la marea estaba traquila y el día agradable.

Pasaron cono dos horas, yo jugaba, me bañaba, me tumbaba junto a mi padre ara coger sol.

Todo iba genial. Hasta que decidimos ir a bañarnos una vez más, nosotros estabamos en el agua,

jugando, nadando,etc. De repente vino una ola gigantesca , mi padre vino nadando rapdamente hacia mi.

La ola, nos alcanzó y nos revolcó. Mi padre bajo el agua, me jalaba del bañador impidiendo que el mar me llevara. Yo me estaba ahogando, estaba muy asustada, pero sucedió un milagro, la ola dejo de revolcarme. Yo salí llorando y me abrazé a mi padre como nunca antes había echo.

Aun así estuve un buen rato aterrorizada, pero después todo volvió a la normalidad.

Hoy en día me sigue encantando ir a la playa con mi padre.

                                                           

                                                                                             FIN.

El mar. Lara Sarmiento López

Carla del Pino Rodríguez Padrón. 2ºA. El mar.

Era domingo por la mañana cuando me desperté. Hacía un día precioso. Abrí los ojos y me quedé pensando en cúantas cosas tenía que hacer este verano, pero no eran muchas. De repente escuché un grito. Me levanté alterada. Me puse las chanclas y una rebeca. Miré por la ventana y  ví a mi mejor amiga, Clara, ahogándose en el embarcadero. Salí corriendo.
Cuándo llegué y la ví, a su alrededor noté una sombra que la arrastraba hacia el fondo del mar. Me quedé parada, sin saber qué hacer. De repente volví a la realidad. Corrí hacia donde ella estaba y le cogí la mano. Ella sacó la cabeza del agua e hizo fuerzas para salir. Lo consiguió. Cuando sacó todo su cuerpo del agua nos fimos corriendo de allí.
Nos fuimos a mi casa. Cuando lleguemos le pregunté que cómo se había ahogado o por lo menos caído al agua. Ella me explicó que se había despertado por la mañana, había visto la luz del sol por su ventana y que se volvió a acostar. Cuando abrió de nuevo los ojos se vió en el agua. Cuando escuché su historia me quedé aterrada, pero al mismo tiempo sorprendida de lo que había pasado.
Al día siguiente Clara vino desde muy temprano a buscarme. Quería que fuésemos juntas a la biblioteca del pueblo para buscar información sobre algún asesinato o muerte sospechosa que la relacionase a ella o a su familia con el caso.
Cuando llevábamos un rato buscando, encontrémos lo que queríamos. Un caso que sucedió el 19 de julio del 1996, justo la fecha en la que nació Clara. El caso era muy extraño porque se trataba de una mujer que murió en el embarcadero del pueblo. Hacía unas horas que ella había tenido a su niña que se llamaba Clara.
Cuando Clara acabó de leer esta última frase se quedó en blanco. Imprimió el reportaje de el caso y se fué corriendo a su casa a enseñárselo a su  padre.
Cuando llegó a su casa, no saludó a nadie. Fue directamente a hablar con su padre. Su padre se sorprendió mucho porque Clara normalmente era una chica encantadora y muy educada, pero aquel día no fue así. Ella le enseñó a su padre el caso y este al verlo comprendió lo que le ocurría. Cuando Clara vió su cara supo que lo que decía el reportaje del caso era verdad. La mujer con la que había estado viviendo durante todos estos años  no era su madre, y lo peor fue que su padre, con el que tenía mucha confianza, no le había contado la verdad. No le dejó tiempo a su padre para que le diese una explicación.
Subió a su habitación, metió sus cosas en una maleta y se fue. Como yo vivía cerca, no tardó mucho tiempo en llegar a mi casa y tocar. Le abrí la puerta y me preguntó que si se podía que dar en mi casa, yo sin pensármelo le dije que sí y  subimos a mi cuarto. Cuando lleguemos allí ella se instaló y se acostó en la cama. Se pasó allí toda la tarde y sin hablar. Cuando llegó la noche me dijo que si quería ir con ella al embarcadero y yo le dije que sí.
Cuando lleguemos allí yo me senté en la arena y ella se remangó los pantalones y empezó a entrar en el agua. Yo pensé que se iba a mojar un poco las piernas, pero se mojó todo el cuepo, hasta tal punto y el agua le cubría la cabeza. Al principio no me preocupé, pensé que era lo mejor para ella para que se relajase, pero llevaba mucho tiempo sumergida y no salía. Me levanté agitada y me metí en el agua para sacarla pero no la encontraba.
Me fui corriendo para avisar a la policía. Nos pasemos toda la noche buscándola pero no la encontramos. Nunca más la volví a ver.
Pocos meses después su padre murió y ahora ya están toda la familia junta.
Ahora ya yo no vivo en ese pueblo, pero todos los veranos que voy a visitar a mis padres con mis hijos y mi marido, pienso en ella y en el por qué se fue mirando al mar.  

Carla del Pino Rodríguez Padrónñ. 2ºA. El mar.

Era domingo por la mañana cuando me desperté. Hacía un día precioso. Abrí los ojos y me quedé pensando en cúantas cosas tenía que hacer este verano, pero no eran muchas. De repente escuché un grito. Me levanté alterada. Me puse las chanclas y una rebeca. Miré por la ventana y  ví a mi mejor amiga, Clara, ahogándose en el embarcadero. Salí corriendo.
Cuándo llegué y la ví, a su alrededor noté una sombra que la arrastraba hacia el fondo del mar. Me quedé parada, sin saber qué hacer. De repente volví a la realidad. Corrí hacia donde ella estaba y le cogí la mano. Ella sacó la cabeza del agua e hizo fuerzas para salir. Lo consiguió. Cuando sacó todo su cuerpo del agua nos fimos corriendo de allí.
Nos fuimos a mi casa. Cuando lleguemos le pregunté que cómo se había ahogado o por lo menos caído al agua. Ella me explicó que se había despertado por la mañana, había visto la luz del sol por su ventana y que se volvió a acostar. Cuando abrió de nuevo los ojos se vió en el agua. Cuando escuché su historia me quedé aterrada, pero al mismo tiempo sorprendida de lo que había pasado.
Al día siguiente Clara vino desde muy temprano a buscarme. Quería que fuésemos juntas a la biblioteca del pueblo para buscar información sobre algún asesinato o muerte sospechosa que la relacionase a ella o a su familia con el caso.
Cuando llevábamos un rato buscando, encontrémos lo que queríamos. Un caso que sucedió el 19 de julio del 1996, justo la fecha en la que nació Clara. El caso era muy extraño porque se trataba de una mujer que murió en el embarcadero del pueblo. Hacía unas horas que ella había tenido a su niña que se llamaba Clara.
Cuando Clara acabó de leer esta última frase se quedó en blanco. Imprimió el reportaje de el caso y se fué corriendo a su casa a enseñárselo a su  padre.
Cuando llegó a su casa, no saludó a nadie. Fue directamente a hablar con su padre. Su padre se sorprendió mucho porque Clara normalmente era una chica encantadora y muy educada, pero aquel día no fue así. Ella le enseñó a su padre el caso y este al verlo comprendió lo que le ocurría. Cuando Clara vió su cara supo que lo que decía el reportaje del caso era verdad. La mujer con la que había estado viviendo durante todos estos años  no era su madre, y lo peor fue que su padre, con el que tenía mucha confianza, no le había contado la verdad. No le dejó tiempo a su padre para que le diese una explicación.
Subió a su habitación, metió sus cosas en una maleta y se fue. Como yo vivía cerca, no tardó mucho tiempo en llegar a mi casa y tocar. Le abrí la puerta y me preguntó que si se podía que dar en mi casa, yo sin pensármelo le dije que sí y  subimos a mi cuarto. Cuando lleguemos allí ella se instaló y se acostó en la cama. Se pasó allí toda la tarde y sin hablar. Cuando llegó la noche me dijo que si quería ir con ella al embarcadero y yo le dije que sí.
Cuando lleguemos allí yo me senté en la arena y ella se remangó los pantalones y empezó a entrar en el agua. Yo pensé que se iba a mojar un poco las piernas, pero se mojó todo el cuepo, hasta tal punto y el agua le cubría la cabeza. Al principio no me preocupé, pensé que era lo mejor para ella para que se relajase, pero llevaba mucho tiempo sumergida y no salía. Me levanté agitada y me metí en el agua para sacarla pero no la encontraba.
Me fui corriendo para avisar a la policía. Nos pasemos toda la noche buscándola pero no la encontramos. Nunca más la volví a ver.
Pocos meses después su padre murió y ahora ya están toda la familia junta.
Ahora ya yo no vivo en ese pueblo, pero todos los veranos que voy a visitar a mis padres con mis hijos y mi marido, pienso en ella y en el por qué se fue mirando al mar.  

Enrique Arroyo Mateos. El Mar

Era domingo por la mañana, estaba recién levantado. Mi tío toco a la puerta me invito a pescar en la playa de Juncar, yo acepte cordialmente su oferta. Ya estábamos en la carretera de Agaete para coger el barco en el puerto. Mi tío y yo cogimos las cañas y nos sentamos a la proa del barco para comenzar la pesca.No habíamos pescado nada pasaron los minutos y no habíamos pescado nada. Al rato un ruido siniestro se escucho por debajo del barco. Se disponía a picar en el anzuelo, en mi anzuelo.Era un poco grande tuve que pedirle ayuda a mi tío el me ayudo tiraba muy fuerte.Pero finalmente lo cogimos se trataba de un angelote lo matamos rápidamente por que era muy peligroso. Finalmente yo y el lo cocinamos y hicimos una cena familiar.He de admitir que estaba muy bueno.

Diario de una vampira moderna. Elena Bañolas Vega

29/04/2011

Ya era lunes y comenzaban las clases. Estaba en el grupo de 4ºA dado que tenía 16 años, cosa que no dije al principio de este diario.

3/05/2011

Ciento no haber escrito esta semana, pero os haré un resumen:

 Me he aburrido más que nunca.

Lo único interesante es que aquí, en Talamasca, los chicos de mi edad cuentan historias de vampiros, historias que les han contado sus abuelos.

Cuando les dije que vivía cerca del cementerio se quedaron como diciendo "VAS A MORIR"…bueno da igual, también me he hecho la mejor amiga de dos chicas muy simpáticas: Claudia y Martina.

Van a venir a mi fiesta de pijamas.

Una hora más tarde

Estábamos viendo una película cuando, de mi habitación, se oyó el sonido de un violín, yo pensé que podría ser mi gato Pelusa, que había tirado uno, que no sé por qué pero estaba en mi habitación.