Leemos y escribimos

Cuando suene el teléfono.

Héctor Santana Beneyto.

Cuando esto ocurrió yo tenía apenas ocho años y estaba en casa, a la espera de una llamada.

Estaba en el salón, llevaba ahí casi dos horas esperando la llamada que tenia que recibir, cuando de repente el telefono sonó, pero no era la llamada que yo estaba esperando, así que continué esperando, y esperando, hasta que al fin llamaron y esta vez si era la llamada que yo, con tanta ansiedad, estaba esperando desde hace dos horas.

Cuando colgué el teléfono me llevé una alegría inmesa porque era precisamente lo que yo quería oir, así que inmediatamente salí de mi casa y se lo dije a un amigo mío, que tambien se llevó una grata sorpresa al oírlo ya que los dos estabamos esperando lo mismo.