No lo soñé. Julia Sánchez Melián

Esta historia  pasó hace ya tiempo, cuando yo tenía 9 años, durante las vacaciones nos fuimos a quedar en la casa de verano de la abuela de una amiga que murió hacía mucho tiempo. En una noche como normalmente se fue la luz en todas las calles del pueblo ya que era un pueblo que estaba alejado de la ciudad y no vivía mucha gente, hacía mucho calor así que la gente aprovechaba para salir afuera o abrir las ventanas hasta  que volviera la luz, algunos niños jugaban en las calles oscuras y otros se quedaban en casa con sus padres, a mi me daba mucho miedo la oscuridad así que preferí no salir y quedarme dentro con mi amiga María, encendimos unas velas y las colocamos por la casa, no había muchas pero con eso más que sea podíamos caminar sin tropezarnos, nos acostamos juntas y teníamos mucho miedo ya que la casa era muy vieja y los muebles hacían ruido, la madre de María se acostó en la misma habitación de nosotras mientras esperaba a que nos durmiéramos. María le dijo que tenía miedo y ella la tranquilizo con un abrazo y un beso y le dijo no te preocupes no va a pasar nada solo se ha ido la luz como en todo el pueblo.
Nos costó quedarnos dormidas queríamos que viniera la luz para sentirnos más seguras, María ya se había quedado dormida, ella esta mas acostumbrada que yo a esa casa ya que se quedaban todos los veranos ahí. Entonces sentí un fuerte escalofrío y la presencia de alguien en la ventana, me di la vuelta en la cama y con los ojos cerrados, esperando para no ver nada. Lentamente los fui abriendo, y poco a poco, pude ver en la habitación una figura, llevaba un camisón largo y amarillento y sangriento, como esas ropas antiguas que solían usar hace tiempo para dormir, entonces comenzé a llorar en voz baja, cerré los ojos y al abrirlo ya era de día parecía que todo había sido un sueño pero yo estaba segura de que no lo había soñado.

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