Querido Mowgli,
¿Cómo estás? Te escribo para pedirte una pequeña ayuda, ya que eres el único que me puede sacar de este dilema. Como verás, cada vez me estoy haciendo más viejo y gordo. No hago más que comer deliciosas lasañas de 5 plantas (¡qué hambre me está dando por dios!) y dormir. A este paso me veo feo y con un enorme barrigón tres veces más grande que mi propia cara. Se está acercando el veranito y me quiero poner sexy y en forma para encontrar a mi media naranja, una gata rabiosa, y formar una familia feliz. ¡Mowgli o es hoy o es nunca! Me deja en trauma el solo pensar que puedo acabar más solo que un burro con canas y arrugas.
Ahora pensarás que porque te pido ayuda a ti si no eres ningún entrenador ni experto en nutrición. Pues resulta que con esta crisis no me puedo permitir el lujo de ir a un gimnasio y ponerme en forma; y por ello he pensado en venirme a vivir contigo a la jungla para un tiempo, ya que tu llevas una vida muy sana y tranquila. Podemos pegarnos unas carreras y saltar de un árbol a otro para el entrenamiento (aunque en un principio puede que algún que otro árbol se rompa debido a mi exceso de peso), y colgarnos de los árboles para finalizar con el estiramiento. Después de un duro entrenamiento podemos ir en busca de plátanos (ricos en potasio) y muchas otras frutas para una alimentación adecuada. ¿Qué tal te parece la idea? ¿A qué es fabulosa? ¡Qué ilusión de venir a vivirme contigo hermano mío!
Por cierto, vete preparándome uno de esos calzoncillos rojos que llevas tu ya que los mios llevan años sin lavarse. Y además, se me acaba de ocurrir otra idea: podemos practicar la danza del vientre los fines de semana para cuando vaya a Miami en busca de mi gata rabiosa, la sorprenda con mi bailecito y la tenga loca de amor.
Pues nada amigo espero a tu respuesta para comenzar con la operación bikini lo antes posible.
Saludos: El traumatizado de Garfield.
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