Una carta para ti. Avelina Herrera Santana

Querida Hada Madrina:

 

Me gustaría que te replantearas, antes de tu próxima visita, el estilismo que tienes pensado darme para la gran fiesta del príncipe.  Me ha dicho un ratoncito cómo va a ser el vestido y… ¡no pienso ponerme eso por nada del mundo!, me parece ridículo, prefiero mis vaqueros y mi chupa de cuero, y de los zapatitos de cristal mejor ni hablar, que se los ponga el príncipe a ver  cómo llega a la media noche.

 

Y ahora que estamos en este momento de sinceridad, te voy a confesar algo: ¡soy republicana! Así que el príncipe, su trono, su reino y demás posesiones lo único que provocan es urticaria de la rabia que me da. Reflexiona sobres tus funciones y valora seriamente, con la ayuda de las demás hadas de los cuentos monárquicos, convertir el reino en república,  con ese cambio todos comeríamos perdices.

 

En fin, no te molestes en visitarme, no necesito ni vestido, ni peinado, ni zapatitos de cristal, ni carroza. No necesito que me salven, ni tú ni el príncipe. Sálvalo a él, que me he enterado que se pasa el día viendo Intereconomía. Difícil lo tienes, ese chico no tiene solución.

 

No pienses que esta carta es producto de un mal día, todo lo contrario, estoy mejor que nunca.

 

Besos,

 

                      Cenicienta

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario