El túnel sin salida. Luz Marina Pulido Santiago. Gran Canaria.

El pasado verano unos amigos  que vivían en la Aldea decidieron visitar el Museo  de Néstor Álamo que estaba en Santa María de Guía. Para ello Josué y Malú tuvieron que coger el nuevo túnel de La Aldea.Quisieron ir caminando porque les gustaba hacer senderismo.
Cuando regresaron iban caminando por la mitad del túnel y se encontraron con un camión lleno de gallinas. Avanzaron y oyeron mucho ruido de coches y gallinas alborotadas. De repente se pararon y se pusieron a escuchar.Oyeron un gran ruido y se movía el suelo del túnel. Estaban todos asustados y salieron corriendo.Después vieron que el túnel se estaba derrumbando y mientras corrían caían piedras y tierra. Todos estaban muy asustados.Cuando llegaron a la altura de las gallinas,el chófer soltó a todas las gallinas para que se pudieran salvar también. Las gallinas salieron corriendo y volando con mis amigos.
Al final se escaparon por los pelos y mis amigos también. Cruzaron la carretera vieja y siguieron caminado hasta La Aldea.Al llegar a sus casa contaron lo que les había pasado y la gente no se lo creía. Se acercaron al túnel y vieron que lo que los chicos contaron era real.
 

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