Mis Brownies. Romina Padilla Pérez. Gran Canaria.

Hola, me llamo Laura, tan solo tengo 17 años y ya tengo mi propia pastelería. Les contare mis historia. Desde que tenía 11 años no paro de preparar todo tipo de dulces. Mi abuela, me enseñaba y con ella preparaba queques de todos los sabores, tartas, magdalenas, yogures, helados, galletas, garepillas… Y fue ella la que me enseñó a preparar brownies de nutella. Aquellos deliciosos dulces, los preparábamos dos días a la semana. Aquellos dos huevos de gallina que nos daba la vecina de su corral, las diez cucharadas de harina que nos traía mi tío del molino de su casa y aquel gran bote de nutella al que, hasta me dolía quitarle esos doscientos ochenta gramos. Después, con ayuda de un cucharon, la masa tan empalagosa, la vertíamos en unos recipientes especiales para éstos. Ciento ochenta grados en el horno y a esperar doce minutos se me hacía interminable. Pero, cuando ya habían pasado, corriendo iba hasta el horno, y de ahí, los sacaba con una manopla. Desde que los vecinos, familia y, amigos de por allí olían el olor de brownies recién hechos, venían corriendo. Mi abuela y yo le poníamos unas avellanas por encima y…

¡todos a la mesa! Nos felicitaban, nos pedían repetir, que le diéramos unos cuantos…Cuando cumplí los catorce años, mis padres decidieron que debería hacer algo mas profesional:

-Laura, tu padre y yo hemos pensado que, entre todos, crear una buena empresa.

 Alquilamos mi abuela y yo un local en Gáldar, donde preparábamos dulces para todo el público. A la pastelería la llamamos El Cisne. Todos los días, aquel local se llenaba, así que abrimos otro local en La Atalaya. La mitad de los beneficios la donábamos a la Cruz Roja, con la otra mitad comprábamos los ingredientes. Por la calle todo el mundo nos conocía y nos saludaba. Con el tiempo, llegamos a salir en la televisión, y nuestra empresa, llegó a estar en toda España. Un local en el centro de Madrid, otro en Murcia, dos en Cádiz y, uno más en Galicia. Pero lo más sorprendente de toda esta historia, es que el dulce que hizo que llegáramos a ser tan famosas eran los brownies de nutella. Nos los pedían a gritos. La gente intentaba prepararlos pero nunca les salían iguales. Habían carteles en las grandes ciudades, folletos en los restaurantes y , como no, un gran anuncio en televisión. Un día, nos hicieron una entrevista y, nos pidieron que desveláramos la receta de los brownies, pero, tras intentos e intentos, no lo consiguieron. Ya tengo 17 años, y tenemos nuestra propia empresa, dulcería Cookies Monster. Mi madre se encarga de comprar, mi padre es el que se encarga de llevar las cuentas y mi abuela y yo nos encargamos de disfrutar de la cocina. ¡Nos  va todo genial! Ah, y no lo olvidéis, nos encontramos en la calle Marqués del Muni número 6.

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