Érase una vez, en un pueblito, a las afueras de Tenerife, vivía una familia que tenía un huerto de tomates. Eran Lucy, la mamá; Pedro, el papá; Gema, la hija pequeña, y Aday, el hijo mayor. Una noche, se olvidaron de colocar unas cebollas para ahuyentar a Payosete, el monstruo al que todos le tenían miedo. A la mañana siguiente, toda la huerta estaba destrozada, Payosete había aparecido por allí. Por suerte, todos estaban bien. Un año después, cuando ya había vuelto a crecer el huerto de tomates, Payosete, volvió a aparecer, pero esta vez, estaba la familia para proteger su huerto. Todos lucharon contra este horripilante ser. Desgraciadamante, el monstruo se llevó a la pequeña Gema y se la comió. Con tanta tragedia, la familia no volvió a plantar tomates, al igual que los demás habitantes del pueblo.
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