EN EL NUEVO INSTITUTO
María era una chica obediente, cariñosa, tímida y atenta, no se le escapaba el mínimo detalle.
Se acababa de instalar en su nuevo barrio y no conocía a nadie, tenía miedo y estaba nerviosa. Su madre, Marta, la intentaba calmar pero no servía de nada.
Por fin llegaba el gran día y María, asustada, atravesaba las puertas del instituto. No sabía a donde y con quién ir. Los primeros instantes fueron un poco incómodos pero enseguida encontró su lugar. Gracias a su simpatía y su saber estar, hizo grandes amigas con las que compartió el día y más tarde, al salir del instituto las invitó a su casa.
Al día siguiente María no se sentía asustada, todo lo contrario, se sentía a gusto porque tenía unas buenísimas compañeras.
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