Debajo del pupitre. Eva Pérez Luján. Gran Canaria.

Hoy el maestro de sociales ha llegado con muy mal humor: ¿cómo se le ocurre un lunes a las 08:00 ponernos un examen sorpresa? Le mirábamos con caras largas mientras nos entregaba los cuatro folios grapados, con una sonrisa burlona. Confusos, nerviosos y enfadados. ¡Qué menos! Nadie tenía la menor idea de lo que ponía allí. Lo primero que pensamos fue en copiarnos. Un pupitre y una silla de madera, un lápiz y una goma. Fui yo la que me decidí y miré debajo del pupitre. ¡Buff! ¡Qué era eso! Estaba lleno de chicles verdes y viscosos (bueno, creo que eran chicles), notitas entre amigas, etc. Pero por suerte estaba el libro de sociales. Me lo puse sobre las rodillas y copié todo lo que pude en la goma. Nos la fuimos pasando uno por uno. Al final, el profesor se llevó un disgusto cuando corrigió los exámenes y vio que todos aprobamos. Entonces fuimos nosotros los que nos reímos burlones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario